De La Cruz, Perales y Gamboa (2022). Uso de subproductos…
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En el contexto del Covid 19, se vieron
afectadas las actividades productivas, como
calcula la FAO, (2020) la acuicultura podría
tener una caída de 1,3 por ciento, debido a
la interrupción de la cadena de suministro
que causó el confinamiento; además de
una mayor pérdida de producto y de
desechos. Dentro de este contexto también
la población enfocó su interés en productos
naturales con alta fuente nutricional como
el pescado, pero además buscan alimentos
no perecederos, en consecuencia; el
creciente interés por los subproductos
acuícolas, principalmente por la calidad
nutricional de sus residuos, que acorde con
De Souza et al. (2017) los principales son
omega-3, calcio, fósforo, hierro y
aminoácidos.
Dentro de los residuos acuícolas podemos
encontrar dos clases, según
(Abreu et al., 2021), clasificados en
comestibles (carne adherida a los huesos y
virutas) y no comestibles (huesos, escamas,
vísceras y cabeza). De acuerdo con el
estudio de Sierra et al. (2018) encuentran
que el acumulado de subproductos en la
actividad acuícola va de un 40 a un 60 por
ciento, mientras tanto Villa (2021) muestra
que en el caso de fileteado los desechos
que llegan a originarse van del 60 por
ciento hasta 72 por ciento, quedando sólo
un 28 a un 40 por ciento aprovechable, y
de acuerdo a Martínez, citado por
(Suarez et al., 2018) estos residuos se
componen principalmente de restos de
fileteo (15-20 por ciento), piel y aletas (1-3
por ciento), huesos (9-15 por ciento),
cabezas (9-12 por ciento), vísceras (12-18
por ciento) y escamas (5 por ciento). Cabe
hacer hincapié en que el aprovechamiento
de residuos depende de su composición
que a su vez va a depender de la especie,
edad, sexo, etc. pero los subproductos de
la acuicultura se considera ricos en grasas y
minerales, contienen aminoácidos
(colágeno y gelatina), ácidos grasos
poliinsaturados (EPA y DHA) y enzimas
(pepsina, tripsina, quimotripsina y
colagenasas, obtenidas principalmente de
las vísceras).
Impactos de los ensilajes en el medio
ambiente
En la actualidad, el inadecuado manejo de
los residuos sólidos y líquidos (cabezas,
espinazos, aletas, pieles, vísceras, aguas
residuales, agua sangre, entre otros), que
se generan en el cultivo y procesamiento
de las truchas, producen un impacto
negativo en el medioambiente, daños al
medio acuático y la salud de los peces.
Carece actualmente un tratamiento de
residuos que se maneje con medidas
sanitarias seguras y ambientalmente
responsables. En este sentido, para esta
variable se proponen líneas de
investigación aplicadas en alternativas
eficientes para el tratamiento y la
disposición de residuos sólidos, como la
producción de ensilaje químico, harinas
residuales y aceites para alimento animal de
aves, porcinos, vacunos, ovinos, entre
otros; así como fertilizantes para la
agricultura y biocombustible (biodiesel).
Con relación a los residuos líquidos, se
debe investigar en sistemas de tratamiento
de aguas residuales que permitan la
recuperación de grasas, aceites y sólidos
antes de devolver el agua al
medioambiente (Rainuzzo, 2020).
Actividad acuícola y sostenibilidad
ambiental
Del total del sector pesca y acuicultura,
(FAO, 2020) refiere que la pesca de captura,
con 96,4 millones de toneladas, representó
un 54 del total, mientras que la acuicultura,